viernes, 8 de enero de 2010

brigadistas y la brigada lincoln


Estoy leyendo un libro del cual hablare en otra ocasion, y del que estoy sacando mucha informacion, conocia la existencia de las brigadas internacionales, pero no sabia que esto causo problemas a los brigadistas estadounidenses.


Durante la Guerra Civil española (1936-39), casi cuarenta mil hombres y mujeres de Cincuenta y dos países viajó a España para unirse a las Brigadas Internacionales para ayudar a combatir la lucha contra el El país que más voluntarios aportó fue Francia, con más de 10.000 según algunas fuentes (Andre Castells la eleva hasta 15.000). El segundo contingente más importante era el de alemanes y austriacos con unos 5.000, en su mayoría exiliados en París y Bruselas. También destacaron los contingentes de Italia (4.000) los 2.500 británicos, 2.000 estadounidenses y un millar de latinoamericanos. También se enrolaron en menores cantidades voluntarios de países como México, Abisinia, Polonia, Albania, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Suecia, Suiza, Holanda, Cuba o hasta Rumania.

Un importante número de brigadistas fue de origen judío, colectivo que mayoritariamente entendió la lucha contra el franquismo en el contexto de la lucha contra el ascenso del antisemitismo que se estaba dando en Europa. Según distintas estimaciones, hasta 8.000 de estos voluntarios, un 15 % del total de brigadistas internacionales, lucharon por el bando republicano. En general, estos voluntarios habían sido previamente militantes comunistas y anarquistas, con poca o nula conciencia hebrea, pero también se dieron casos de unidades específicamente judías, como la Unidad judía Botwin (anteriormente denominada 2ª Compañía del Batallón Palafox). Esta participación judía en las brigadas internacionales fue silenciada sistemáticamente

Los brigadistas procedían de muy diferentes estratos sociales, desde intelectuales a trabajadores manuales, pasando por militares. Muchos sindicalistas, mineros de Centroeuropa, estibadores y cargadores de los principales puertos europeos, miembros del ejército ex-combatientes de la Primera Guerra mundial, médicos, afroamericanos y orientales naturales de suburbios neoyorkinos, también estadounidenses eran un numeroso grupo de universitarios británicos procedentes de las zonas de concentración industrial, algunos escritores, artistas, políticos y muchos militares de la Europa del Este. Como vemos, la procedencia tanto geográfica como social y profesional era de una heterogeneidad impresionante. El importante número de intelectuales, médicos, artistas y científicos que integraban las brigadas, ha hecho que en muchas ocasiones se les haya definido como “la unidad militar más intelectual de la historia”. Hay que añadir en este apartado que hubo varios escritores, como Ernest Hemingway y George Orwell, que aunque sí participaron en la guerra y escribieron algunas obras que se han hecho muy populares (Por quién doblan las campanas u Homenaje a Cataluña), no se encuadraron dentro de las Brigadas Internacionales.

La filiación política mayoritaria era la comunista, ya que casi todos estaban reclutados por los partidos comunistas de diferentes naciones. Sin embargo, variaba según el país de origen; por ejemplo, de los norteamericanos los marxistas no llegaban ni a la mitad, mientras que en el contingente alemán los soldados de filiación comunista estaban en torno al 80 %. La filiación de los brigadistas no pro-soviéticos iba desde el socialismo hasta el anarquismo, pasando por todas las formas del progresismo antifascista

la Brigada Abraham Lincoln:
.Los voluntarios de EE.UU. sirvieron en varias unidades (médica, de combate y de transporte) y llegó a ser conocida colectivamente como la Brigada Abraham Lincoln.
La Guerra Civil española provocó unos 500.000 muertos, de los voluntarios norteamericanos alrededor de un tercio murió en España. Muchos de los veteranos restantes continuaron su lucha contra el fascismo durante la Segunda Guerra Mundial, al igual que miles de exiliados republicanos. Con su ayuda, el fascismo fue finalmente derrotado en 1945.
Muchos de los brigadistas internacionales siguieron siendo activistas a lo largo de su vida, dando su apoyo a causas progresistas de todo tipo, desde el movimiento de derechos civiles a las protestas contra las guerras de Vietnam e Irak.

La terrible «caza de brujas», en la época del macartismo, supondría para estos hombres desdichas y penalidades sin cuento: interrogatorios, listas negras, persecuciones, pérdida del trabajo, incluso la humillación de ser oficialmente clasificados corno premature-antifascists, eufemismo para caracterizar a los derrotados en la guerra de España (si hubieran vencido, tal vez habrían sido clasificados corno héroes o como precursores).
En Estados Unidos eran proscritos, perseguidos, perdían sus trabajos, eran acusados de espionaje. Haber ayudado a España se convertía en un cargo agravante y era esgrimido como prueba contra los esposos Rosenberg, contra Robert Oppenheimer, contra Steve Nelson, contra Alvah Bessie, contra Paul Robeson. El doctor Barsky fue encarcelado en la prisión federal de Danbury, Connecticut, por negarse a facilitar al Comité de Actividades Antinorteamericanas de Nixon y MacCarthy los nombres de las personas que habían ayudado económicamente a las familias de los presos políticos en las cárceles de Franco.

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