lunes, 14 de marzo de 2011

Soy una mujer Almodóvar I parte.



Lo digo yo y me lo dicen mucha gente, no es solo porque comparta su gusto musical, así de boleros y coplas, o porque me gusten sus películas, ni por que me parezca a Rossi de Palma ( dios me libre, que tendrá una belleza muy cubista y todo lo que quiera, pero es que yo soy mas del movimiento realista que del cubista), ni porque como Pe me haya conquistado a Bardem, (mira esto ya no me parecería tan mal) pero nada de eso,  el otro día contestando a un comentario de Parkerazul lo dije, y prometí que lo explicaría, pues ahí va la explicación como en el bolero de Corazón loco,jaja.

Mi vida esta llena de anécdotas subrrealistas con las que Almodóvar hacia un guión digno de Oscar, tengo muchas, como para escribir un libro, algunas se me olvidan, otras son imposibles de olvidar, hay un par que son un éxito seguro si las cuento en cualquier reunión, muchos creen que son un chiste o que me lo estoy inventando, pero quien me conoce sabe que de invención nada, esas cosas solo me pasan  a mi.
Una de las que mas risa da así, a toro pasado, fue lo que nos ocurrió cuando murió el abuelo de mi marido, era un señor muy mayor ya tenia 98 o 99 años, no recuerdo bien, y aunque sentimos dolor por su perdida, era algo que teníamos asumido, el hombre murió en su pueblo, a unos 80 kilómetros de donde vivimos nosotros, y como en este pueblo nadie tiene un seguro de decesos (vamos de los muertos, que decimos todos) mi suegra nos llamo y nos encargo una corona, la típica de tus hijas y nietos no te olvidan, así que la compramos, la metimos en el coche que nos dejo mi padre, porque en nuestro pequeño Seat Panda no cabía, y vestidos de luto riguroso nos fuimos mi marido, mi hermana y yo. Cuando íbamos por la autovía el coche empezó a tirar humo, y se paro. Estábamos en medio de nada, a mitad de camino de ningún sitio, tirados, entonces no existían los moviles, o si existían los usaban solo los Yupiss de las películas, con una corona que tenia que llegar a tiempo para el entierro y sin saber que hacer. Así que mi hermana dijo que cerca de allí había una urbanización de chalets donde vivía un amigo suyo. Ni cortos ni perezosos cogimos nuestra corona y nos fuimos andando por la autovía hasta el chalet. La gente que nos viera pensarian que eramos la Santa Compaña o alguna otra aparición fantasmagorica, jajaja. Por medio de la autovía, tres personas vestidas de negro, andando y cargando con una corona de muertos, jajajaja. Lo gracioso fue cuando llamamos a la puerta del amigo de mi hermana y nos abrió, el Hostia!!! que soltó fue mítico, jajaja. Al final llegamos al entierro.Pero en un estado lamentable. La corona medio mustia, y yo como el coche del amigo de mi hermana era pequeño tuve que hacer todo el viaje sentada en medio de la corona, que aparte del mal rollo que me daba me produjo una alergia que convirtió mis ojos en dos especies de cocos enrojecidos que no paraban de llorar. Todo el mundo intentaba consolarme, diciendome que era ley de vida, que no me pusiera así por la muerte del abuelo de mi marido, y jolines que berrinche llevaba, si que lo sentia, jaja, Y claro que lo sentía, pero vamos que el berrinche no era por eso, es que necesitaba un antiestaminico con urgencia.

Bueno pues como esta, hay miles, y si me acuerdo ya las iré contando, que en estos momentos me viene muy bien reírme aunque sea sola, frente al ordenador.

2 comentarios:

parkerazul dijo...

Juassssss, ay que me meo.

Pero tía y tu dices que eres del montón.
Venga ya, eres del montoncillo de gente especial, de ese que es pequeño porque hay pocos como tu.
Ya puedes regañar a tu madre en voz alta por hacerte creer poca cosa. Repito que para eso están las vecinas.

Dremía, en medio de la corona del muerto. Qué yu-yu. Cambio de coche, vuestro amigo acojonaíto. Y el luto, sería como medio al llegar, arrugaditas y llenas de polvo.

Esto sí, cómo quedaste tía. Con esos ojos de funeral.
Si es que no hay nada como meterse en el papel.
jajajaja
Mira, que no me he despintado todavia y parezco la virgen de los chorreones por las lágrimas de risa.
Me ha encantado.
Venga sigue.
Y te recuerdo, que siguen pendientes los cuentos a tus niñas cuando eran pequeñas.Que memoria tengo un rato.

En los malos tiempos, los recuerdos nos salvan la vida. Aprovecha y cuéntalos. Te hará bien y nos hará bien.
Un besazo

Bicho raro dijo...

si, si prometo un soy una mujer almodóvar II parte, que hay material para mucho, jajajajaja.

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