jueves, 8 de abril de 2010

SIEMPRE A TU LADO (HACHIKO)

Ayer me llamo mi amiga Mariajose, y me dijo que sin falta fuera al videoclub a por una peli para llorar mucho, se trata de siempre a tu lado de Richard Gere, sus palabras exactas fueron como ahora tienes perro te hara llorar, la verdad es que desde que tenemos a Lolo en casa mi opinión sobre los perros ha cambiado bastante, este pequeño peludo nos ha conquistado a todos, aunque de vez en cuando haga alguna de sus trastadas como comerse la tapa de un libro o cosas asi, en fin que yo que soy muy obediente me fui a por la peli, y vamos que plorera, es cierto que la historia puede parecer un poco ñoña o lagrimógena, pero es que me ha pillado sensible, que le vamos ha hacer lo mas triste es que es real, que esto paso en Japon en los años 20. En Valencia tambien hay una historia parecida sobre un perrito que esta enterrado junto a su amo, pues no se movio de su tumba desde que este fallecio.
A ver si encuentro las dos historias reales y pongo el trailer de la peli.









Hachiko nació en Noviembre de 1923 en la provincia de Akita, al norte de Japón. Era un perro de raza Akita, macho y de un intenso color blanco.

La suerte iluminó a Hachiko cuando a los 2 meses de edad fue enviado a la casa del profesor del departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio Dr. Eisaburo Ueno. El profesor lo llevó a su hogar, cerca de la estación Shibuya, y allí demostró ser un bondadoso y amable dueño. El perro por su parte lo adoraba.

Desde luego, Hachiko no podía acompañar a su amo hasta la universidad. Pero lo que sí hacía era dejar la casa todas las mañanas con el profesor y caminaba junto a él hasta la estación Shibuya.

El perro observaba como su dueño compraba el billete y luego desaparecía entre la multitud que abordaba el tren. Más tarde, Hachiko acostumbraba sentarse en la pequeña plaza y esperaba allí a su dueño quien regresaba de su trabajo por la tarde.

Esto sucedía todos los días. Así es como la imagen del profesor con su perro se volvió familiar en la estación Shibuya, y la historia de la lealtad de este animal se diseminó por los alrededores con mucha facilidad. Las personas que transitaban por Shibuya siempre comentaban este hecho.

Una tragedia irrumpió la tarde del 21 de mayo de 1925. La salud de profesor no era muy buena en esos días y repentinamente sufrió una ataque cardíaco en la universidad. Él falleció antes de poder regresar a casa. En Shibuya, Hachiko esperaba enfrente de la estación.

Muy pronto las noticias sobre la repentina muerte del profesor alcanzaron Shibuya. Inmediatamente muchas personas pensaron en el pobre perro que lo había acompañado todos los días. Varios tuvieron la misma actitud y fueron a la pequeña plaza para convencer al perro de que volviera a su hogar, como si él pudiera comprenderlos.

A la mañana siguiente Hachiko fue visto enfrente de la estación, esperando a su amo. Aguardó todo el día en vano. Al día siguiente estaba allí nuevamente y así sucedía día tras día. Los días se volvieron semanas, las semanas meses, los meses años y aún así, el perro iba cada mañana a la estación, esperaba el día entero y al llegar la hora de regreso de su amo, buscaba entre todos esos rostros extraños a áquel que amaba. No tenía en cuenta las condiciones climáticas, lluvia, sol, viento y nieve no impedían su diario peregrinar al encuentro de su amo, la lealtad hacia su amigo humano nunca pereció.

La lealtad demostrada por Hachiko tuvo un extraordinario efecto entre los japoneses pobladores de Shibuya. Él se transformó en un héroe, la figura más amada del área. Los viajantes que se ausentaban por un largo período siempre preguntaban por él a su regreso.

En el mes de abril de 1934 los bondadosos habitantes de Shibuya contrataron a Teru Ando, un famoso escultor japonés, para que realizara una estatua en honor a Hachiko. La estatua de bronce fue colocada enfrente de la estación, donde solía esperar Hachiko.

Casi un año más tarde, el 7 de marzo de 1935 Hachiko falleció al pie de su propia estatua debido a su edad, pero eso no impidió que su historia y la estatua de Teru Ando se hicieran famosas por todo Japón. Hachiko acudio todos los dias, durante los diez años que sobrevivio a su dueño, a buscarlo entre la multitud en la estacion...

Y en esta pagina web encontrareis un monton de historias de perros que han demostrad su fidelidad sin ninguna duda

http://listas.20minutos.es/?do=show&id=96693

Por cierto no encuentro nada sobre el perro de Valencia. Pero yo misma doy fe de que existe he visto la tumba muchas veces.

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