miércoles, 31 de marzo de 2010

EL LIBRO DE MI MADRE


El libro que he leido estos dias es El libro de mi madre; de Albert Cohen, la reseña es la siguiente:

El libro de mi madre es una obra inolvidable del autor de Bella del Señor, considerada como una de las grandes novelas del siglo. El 10 de enro de 1943, la madre de Albert Cohen, enferma del corazón, murió en Marsella bajo la ocupación nazi. Para Cohen, a la sazón en Londres, este hecho significó una catástrofe de la que nunca se repondrían. En parte para mitigar el dolor y en parte como rebelión ante la muerte, ese mismo año escribió un texto febril y desolador, Chant de mort. Diez años más tarde, y a partir de aquel texto nacido de la cólera y la impotencia, concluyó El libro de mi madre, que se publicó por primera vez en Francia en 1954 y conserva los pasajes esenciales el áspero Chant de Amor.

Me gustaria transcribir un pasaje del libro que me ha gustado mucho, me ha hecho pensar mucho, a veces dejamos de pasar el tiempo con las personas que de verdad nos quieren por otras que realmente no son tan importantes en nuestras vidas, y luego nos damos cuenta cuando ya es demasiado tarde.

"Alabadas seáis, madres de todos los países, alabadas seáis en vuestra hermana mi madre, en la majestad de mi madre muerta. Madres de toda la tierra, Nuestras Señoras las madres, os saludo, viejas queridas que nos enseñasteis a atarnos los cordones de los zapatos, que nos enseñasteis a sonarnos, sí, que nos explicasteis que hay que soplar en el pañuelo y hacer fufú, como decíais, vosotras madres de todos los páises, vosotras, que pacientente, nos hacíais engullir la semola a la que nosotros, bebés, nos mostrábamos tan reacios, vosotras que para animarnos a tragar ciruelas pasas cocidas, nos contabais que las ciruelas son negritos que quieren volver a su casa, y entonces el cretinillo, encantado de repente poeta, abría la puerta de la casita, vosotras, que nos enseñasteis a hacer gárgaras y que emitíais ruidos guturales para animarnos y enseñarnos, vosotras, que no parabais de retocarnos las greñas rizadas y las corbatas para que estuviésemos guapos antes de que llegasen las visitas o antes de ir al colegio, vosotras, que nos cesabais de acicalar y emperejilar a vuestros pícaros y tontuelos poneys de hijos, de los que erais entrañables poropietarias, vosotras que nos lo limpiabais todo, nuestras sucias rodillas terrosas o despellejadas, nuestras sucias naricillas de arrapiezos mocosos, vosotras, a quienes no inspirábamos asco alguno, vosotras, siempre tan débiles con nosotros, indulgentes que más adelante os dejabais tan fácilmente enredar y engatusar por vuestros hijos adolescentes y les entregabais todos vuestros ahorros, os saludo, majestades de nuestras madres. Os saludo, madrres llenas de gracia, santas centinelas, valor y bondad, calor y mirada de amor, vosotras cuyos ojos adivinan, vosotras que sabeis de inmediato si los malos nos han mortificado, vosotras, únicos humanos en quien podemos confiar y que nunca, nunca nos traicionaréis, os saludo, madres que pensaís en nosotros sin cesar y acariciáis nuestra frente con vuestras manos ajadas, madres que nos esperaís, madres que estáis siempre en la ventana para vernos marchar, madres para quienes somos incomparables y únicos, madres que no os cansáis nunca de servirnos y de taparnos y de arroparnos en la cama aunque tengamos cuarenta años, que no nos quereís menos porque seamos feos, fracasados envilecidos, débiles o cobardes, madres que a veces me hacéis creer en Diós"

Precioso ¿no?

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...